miércoles, 29 de abril de 2015

Hipertensión e insuficiencia renal

La hipertensión es uno de los peores enemigos para nuestros riñones. Esa dolencia silenciosa que no percibimos y que, poco a poco, va causando daños hasta producirnos, por ejemplo, una insuficiencia renal. 
Por eso te presentamos cuáles son las mejores estrategias para evitar que esto ocurra, ayudándote con ello a disfrutar de una tensión arterial adecuada que te permita tener una mejor calidad de vida.


¡No te pierdas estos importantes consejos!

¿Cómo daña la hipertensión a los riñones?

La relación es muy fácil de entender. No obstante, el verdadero problema está en que casi nunca prestamos demasiada atención a nuestra tensión arterial, hasta que nos da un primer síntoma. A veces, incluso cuando es demasiado tarde.

Así pues, ten muy en cuenta esta información para comprender cómo se relaciona la hipertensión y la insuficiencia renal. Toma nota:

La presión arterial alta hace que nuestro corazón trabaje más. Si esta “sobrecarga” se extiende a lo largo de mucho tiempo, nuestros vasos sanguíneos y nuestras arterias acabarán dañándose poco a poco y de modo imparable.

Uno de los mayores riesgos está en que sufran daño los vasos sanguíneos de los riñones, con lo cual, dejaríamos de filtrar adecuadamente la sangre, se acumularían desechos y líquidos en nuestro cuerpo.

Este exceso de líquido hace que los vasos sanguíneos sufran aún más y, en consecuencia, que aumente la presión arterial. Todo ello nos lleva a un ciclo realmente peligroso para nuestra salud que puede acabar ocasionando graves consecuencias.

¿Cómo puedo saber que estoy sufriendo insuficiencia renal?

Lamentablemente, una vez empezamos a presentar signos de insuficiencia renal, vamos a tener que pasar revisiones continuas para intentar controlar la función de nuestros riñones, porque este problema no es reversible. Las personas con insuficiencia renal crónica corren un alto riesgo de tener que someterse a diálisis y, en consecuencia, a un trasplante.

Es un problema muy grave que merece la pena prevenir y que nos exige no solo controlar nuestra hipertensión regularmente, sino cuidar también de nuestra alimentación y nuestros hábitos de vida. Ahora bien, ¿cómo puedo saber que mis riñones están perdiendo su funcionalidad? Te lo explicamos:

Sentir mucho cansancio a lo largo del día.
Tener los pies y los tobillos hinchados.
Ser muy sensible al frío.
El color de la orina es muy amarillo.
Sentir el abdomen muy duro e hinchado.
El indicador más claro nos lo dará, sin duda, un análisis de orina. Las personas que sufren de insuficiencia renal presentan un nivel de creatinina muy elevado. Puede que te preguntes qué es la cratinina. Bien. Se trata de un producto de desecho formado por la descomposición las células musculares. Cuando los riñones funcionan bien, la creatinina pasa de la sangre a la orina para eliminarla del cuerpo de modo normal, pero si nuestra función renal no va bien, entonces este producto de desecho se acumula. Es pues un indicador muy claro y que, como decimos, solo se sabe mediante un análisis de orina.

¿Cómo puedo cuidar mejor de mi tensión para no dañar los riñones?

Ahora que tenemos claro que es vital cuidar de nuestra tensión arterial para evitar una posible insuficiencia renal, toma nota de los consejos que debes seguir para cuidarte adecuadamente:

Evita subir de peso. Mantente en un peso adecuado de acuerdo a tu altura y tu edad.

Come verduras y frutas frescas, en especial los vegetales verdes y todas aquellas frutas que sean diuréticas como puede ser la piña, las peras, las uvas, los arándanos…

Evita los lácteos con muchas grasas. Recurre mejor a las bebidas vegetales de avena, arroz o nueces.

Evita por completo el consumo de sal, elimina el sodio de tus comidas, así como el azúcar o las harinas blancas procesadas.

Haz al menos media hora de ejercicio al día, pero procura que sea un ejercicio moderado que te obligue a activar el corazón y tu circulación sanguínea. Puedes, por ejemplo, salir a andar media hora, a pasear en bici, nadar o incluso apuntarte a clases de baile.

Puedes tomar una copa de vino tinto al día, pero nunca excederte más de esta cantidad.

Si eres fumador, deja hoy mismo este hábito tan peligroso.
Intenta tomar complementos de vitamina D, es muy adecuado para la salud renal.

Toma al día una cucharada de bicarbonato de sodio disuelta con un vaso de agua. Es un gran alcalino que nos ayuda a mejorar nuestra función renal.

Intenta no excederte en el consumo de medicamentos o, al menos, no tomar más de los que te prescribe el médico ya que, por lo general, no son bien procesados por el hígado y los riñones.

Cuida de tus situaciones de estrés y procura llevar una vida equilibrada donde gestiones adecuadamente tus emociones. Como ya sabes, el estrés es un disparador directo de la tensión arterial que debemos mantener bien controlado.

No olvides nunca realizarte chequeos periódicos para controlar tanto tu hipertensión como tu salud renal. Si lo deseas, siempre puedes comprar un tensiómetro e ir controlando tú mismo tus niveles de tensión en casa.

Fuente: Mejor con salud

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