miércoles, 19 de noviembre de 2014

Una fuente de la juventud

Es un ícono de la gastronomía de Japón, utilizado para acompañar todo tipo de comidas y servirse a cualquier hora del día.
Más allá de su aroma y sabor, el té verde japonés ha cautivado a Occidente por su composición nutricional.

Elaborado a partir de hojas o brotes de camelia sinensis, cocidos con vapor y secados para preservar su color natural, es una de las mayores fuentes naturales de antioxidantes.

“El té verde japonés, generalmente de alta gama, destaca por su gran contenido de polifenoles -compuestos antioxidantes-, así como de l-teanina, un aminoácido que produce una sensación de relajación”, dice Bejit Edeas, director científico de Sanki Mayor.

Además de teína (cafeína), algunas variedades, como el sencha, sobresalen por su contenido de vitamina C.

“Los japoneses verdaderamente invierten en su salud y la gran afición que sienten por el té verde no es casualidad”, asegura Edeas.

Indica que cada variedad ofrece beneficios específicos que se obtienen solo a través de la extracción tradicional.

“Debe hacerse siempre con agua caliente, a temperatura moderada (entre 75 y 80 grados centígrados) y a partir de hojas enteras. Si no se hace así, es inservible; solo se obtiene sabor, mas no compuestos benéficos”, agrega.

“En Japón, por ejemplo, está prohibido vender extractos. Incluso en las grandes empresas de bebidas, el té verde siempre se deja infundir en grandes tanques con agua caliente y después se deja enfriar para hacer té helado”, señala Edeas.

Fuente: mundo hispano

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