viernes, 20 de marzo de 2015

La deshidratación puede alterar la actividad cerebral



El agua es un nutriente esencial que se obtiene a través de diferentes alimentos ybebidas, como parte de nuestra alimentación
La hidratación se ha convertido en un factor de primer orden y de reconocida importancia dentro de la nutrición y del campo de la salud en general, a pesar de ser un área de estudio científico relativamente nueva. Así lo demuestra el amplio número de investigaciones que se están llevando a cabo en este sentido y la gran atención que los científicos y expertos en nutrición muestran al respecto.

Según los expertos participantes en el Simposio 'Avances en hidratación, alimentación y salud’ celebrado en el marco del Congreso de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) en Sevilla, el agua es un nutriente esencial que obtenemos a través del consumo de los diferentes alimentos y bebidas que tomamos a diario y a lo largo del día. «Actualmente, existe una mayor concienciación sobre la importancia de estar adecuadamente hidratado y en especial, ante condiciones ambientales determinadas», apunta Rosa Mª Ortega, Directora del Grupo de Investigación VALORNUT y Catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid. 

«Se recomienda que un 75-80% del líquido que ingerimos a diario provenga de las bebidas y un 20-25% de los alimentos. Teniendo en cuenta el papel del agua en nuestro organismo en el transporte de nutrientes, la eliminación de sustancias de desecho, la regulación térmica, etc., debemos asegurar estos requerimientos, que la EFSA establece en 2 y 2,5 litros/día para mujeres y hombres adultos, respectivamente», añade.

Igualmente, una hidratación adecuada contribuye al mantenimiento de las funciones cognitivas. Para Lluìs Serra-Majem, Presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN), «la deshidratación puede alterar la actividad cerebral y el funcionamiento de algunos de los sistemas de neurotransmisores que participan en el proceso cognitivo».

«La deshidratación influye en la capacidad de rendimiento, y en situaciones de deshidratación leve de sólo un 2%, resultan afectadas habilidades cognitivas como la coordinación viso-motora, la atención y la memoria a corto plazo. En niveles superiores, se produce un descenso en la capacidad de alerta y concentración, y aumenta el cansancio, la fatiga y la somnolencia», destaca este experto.

«No estamos hablando de un problema baladí, puesto que una ingesta insuficiente de líquido puede conllevar también alteraciones de la actividad cerebral e incluso de la función neurotransmisora», concluye.

También en el trabajo

ParaJavier Aranceta, Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), «según la intensidad y duración de la actividad laboral o las condiciones ambientales en las que se realice, la falta de hidratación puede llegar a afectar al rendimiento del trabajador».

A este respecto el experto señala que «es necesario reponer líquidos durante toda la jornada laboral con una pauta normalizada que forme parte de los protocolos laborales según el tipo y la intensidad del trabajo». Además, indica, «es muy importante acudir al trabajo bien hidratados y rehidratarse cada hora durante la jornada laboral».

Fuente: ABC.es

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