- Lo vegetal, tiene propiedades altamente curativas. Una experta nos revela su importancia y poder regenerativo.
Las plantas, los vegetales y las algas tienen un poder oculto: sus componentes activos. Desde la antiguedad, han sido parte esencial del tratamiento de enfermedades o dolencias. Así nació la fitoterapia.
Angie López Riera está diplomada en Medicina Natural y Homeopatía del Heilpraktiker Institut de Barcelona. Es miembro de la Asociación Española Profesional Heilpraktiker (A.E.P.H.) y la Fundación Europea del Terapeuta. Tiene una consulta privada de Medicina Natural en México D.F. y colabora en equipo médico en la Clínica Scanmedik, para la especialidad de Estrés en el Estado de México. Durante una entrevista exclusiva, la experta define la fitoterapia en sus propios términos: ‘Se ocupa de aprovechar para fines terapéuticos uno de los mayores regalos de la Naturaleza que nos envuelve, el mundo Vegetal, en mayúscula. Aunque cada paciente requiera su propio y muy individualizado tratamiento, casi siempre recurro al mundo de las plantas medicinales. Me ayudan en las prescripciones, jugando en sinergia, a la perfección, con la Homeopatía, por ejemplo’.
Poder verde
Los activos de las plantas, aunque naturales, también tienen efectos secundarios que pueden alterar negativamente e intoxicar la salud del paciente, aclaró la terapeuta. ‘Al ingerirlas, ellas alteran ‘siempre’ nuestra bioquímica para bien o para mal. Si no sé cómo funciona su sistema cardiovascular, voy a arriesgar mucho al prescribirle, por ejemplo, ciertas plantas depurativas’. Por eso el diagnóstico es esencial para la aplicación de la fitoterapia. Una conversación franca y detallada es el inicio.
‘Con las plantas buscamos curar y/o mejorar todo tipo de patologías. La mayoría de consultas son referidas al gran y complejo sistema digestivo para luego, desde mi pluma y conocimientos, hacer incursión a otros sistemas que no andan solos, como el nervioso, inmunitario y endocrino. Es el concepto del individuo como un todo integrado’, aclaró.
Muy terapéuticos
López Riera se refiere a la aplicación de las terapias y se refiere a las algas, alimento completo que posee muchos minerales y proteínas. ‘Su principio activo más importante es el alginato o ácido algínico, utilizado en tratamientos de reflujo gastroesofágico, en la hernia de hiato e irritación de la mucosa esofágica’. Otros activos con los que trabaja frecuentemente son los hepáticos, por ejemplo la silimarina, residente del famoso Cardo Mariano, que ayuda en la curación de ciertas hepatitis, insuficiencias y congestión hepáticas, teniendo especial cuidado en hipertensos. ‘Todo tratamiento requiere, según historial clínico, seguimiento y control de la prescripción’. Para concluir: ‘La fitoterapia hay que posicionarla en el lugar de la ciencia médica que le corresponde. A un nivel superior simplemente por una razón: las plantas requieren respeto por sus cualidades naturales. No han sido creadas para agredirnos. Les debemos respeto, buen manejo y agradecimiento’.
Fuente: laestrella.pa
Angie López Riera está diplomada en Medicina Natural y Homeopatía del Heilpraktiker Institut de Barcelona. Es miembro de la Asociación Española Profesional Heilpraktiker (A.E.P.H.) y la Fundación Europea del Terapeuta. Tiene una consulta privada de Medicina Natural en México D.F. y colabora en equipo médico en la Clínica Scanmedik, para la especialidad de Estrés en el Estado de México. Durante una entrevista exclusiva, la experta define la fitoterapia en sus propios términos: ‘Se ocupa de aprovechar para fines terapéuticos uno de los mayores regalos de la Naturaleza que nos envuelve, el mundo Vegetal, en mayúscula. Aunque cada paciente requiera su propio y muy individualizado tratamiento, casi siempre recurro al mundo de las plantas medicinales. Me ayudan en las prescripciones, jugando en sinergia, a la perfección, con la Homeopatía, por ejemplo’.
Poder verde
Los activos de las plantas, aunque naturales, también tienen efectos secundarios que pueden alterar negativamente e intoxicar la salud del paciente, aclaró la terapeuta. ‘Al ingerirlas, ellas alteran ‘siempre’ nuestra bioquímica para bien o para mal. Si no sé cómo funciona su sistema cardiovascular, voy a arriesgar mucho al prescribirle, por ejemplo, ciertas plantas depurativas’. Por eso el diagnóstico es esencial para la aplicación de la fitoterapia. Una conversación franca y detallada es el inicio.
‘Con las plantas buscamos curar y/o mejorar todo tipo de patologías. La mayoría de consultas son referidas al gran y complejo sistema digestivo para luego, desde mi pluma y conocimientos, hacer incursión a otros sistemas que no andan solos, como el nervioso, inmunitario y endocrino. Es el concepto del individuo como un todo integrado’, aclaró.
Muy terapéuticos
López Riera se refiere a la aplicación de las terapias y se refiere a las algas, alimento completo que posee muchos minerales y proteínas. ‘Su principio activo más importante es el alginato o ácido algínico, utilizado en tratamientos de reflujo gastroesofágico, en la hernia de hiato e irritación de la mucosa esofágica’. Otros activos con los que trabaja frecuentemente son los hepáticos, por ejemplo la silimarina, residente del famoso Cardo Mariano, que ayuda en la curación de ciertas hepatitis, insuficiencias y congestión hepáticas, teniendo especial cuidado en hipertensos. ‘Todo tratamiento requiere, según historial clínico, seguimiento y control de la prescripción’. Para concluir: ‘La fitoterapia hay que posicionarla en el lugar de la ciencia médica que le corresponde. A un nivel superior simplemente por una razón: las plantas requieren respeto por sus cualidades naturales. No han sido creadas para agredirnos. Les debemos respeto, buen manejo y agradecimiento’.
Fuente: laestrella.pa
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