domingo, 7 de diciembre de 2014

Dietas detox: ¿mito o realidad?

Se acerca el verano y el afán por adelgazar hace que las personas acudan a todo tipo de dietas. En los últimos tiempos, han cobrado fuerza las dietas detox como métodos para bajar de peso y purificar el organismo. ¿Moda o tratamiento efectivo? Aquí algunos argumentos en la discusión en torno a su efectividad.
Asistimos de un tiempo a esta parte a un boom de dietas que además de reducir kilos, ofrecen el concepto de “desintoxicar el cuerpo”. Este tipo de métodos parten de la base de que el organismo, una vez alcanzado un determinado nivel de toxinas, debe resetearse y someterse a purgas. La idea es una suerte de redención de los pecados calóricos, con el antídoto de las verduras y frutas en todas sus expresiones. Jugos, licuados y batidos son vendidos bajo la promesa de limpiar los órganos, pero que según médicos en distintas partes del mundo, no cumplen con tal proposición.

“Que quede claro”, dijo Edzard Ernst, profesor emérito de medicina complementaria en la Universidad de Exeter al diario inglés The Guardian, “hay dos tipos de desintoxicaciones, una respetable y referente al tratamiento médico de las adicciones y otra, secuestrada por empresarios que intentan vender tratamientos para supuestamente eliminar toxinas”.

El experto alega lo que sostienen gran parte de los críticos de este tipo de dietas. Según apuntó el experto, un cuerpo sano tiene riñones, hígado, piel e incluso pulmones para desintoxicarse por sí solo. “No hay forma conocida para hacer que algo que funciona muy bien, se realice de una manera mejor”, apuntó, previo a agregar que “si nuestros cuerpos estuvieran colmados de toxinas que no pudieran ser excretadas de manera natural, estaríamos muertos o internados de gravedad”.

¿Qué toxinas?

En 2009, la red de científicos de Charity Sense del Reino Unido contacto a fabricantes de los 15 productos desintoxicantes más vendidos en farmacias y supermercados para preguntarles a qué toxinas se referían con sus denominaciones. Los productos en cuestión oscilaron entre los suplementos dietéticos, batidos y champú, y sus fabricantes no pudieron definir a qué se referían con desintoxicación o qué toxinas eran eliminadas con el uso.

En la misma línea, un estudio publicado en el British Medical Bulletin reconoce que la vida moderna nos expone a toxinas provenientes de insecticidas, herbicidas o fertilizantes y que si bien es claro que pocos expertos pondrían en duda que cualquiera de ellas en grandes dosis produce problemas de salud, eso no responde a la pregunta de si la desintoxicación es una rutina que todo el mundo debiera poner en marcha.

Los firmantes del estudio argumentaron que incluso “los médicos simpatizantes de la medicina alternativa admiten que, así como existen abundantes ensayos controlados sobre la intoxicación por fármacos o alcohol, no existe ninguno que se concentre en el impacto de estas supuestas toxinas ambientales. “Hoy día, el término detox es más un discurso promocional que científico”, sentencia ante eso el British Medical Bulletin.

Lo cierto es que a nivel popular, el cuerpo teórico que sustenta este tipo de dietas consuela, tranquiliza y es creíble. Todos nos sentimos víctimas de la contaminación y expuestos a todo tipo de residuos, lo que motiva a hacer algo al respecto. El propio hecho de que a lo largo de la historia tantos alimentos o sustancias hayan sido considerados purificantes es el mejor ejemplo de ese afán de purificación, pero también de que ningún tratamiento es 100% efectivo.

Así, las dietas detox se presentan como la solución para quienes desean un rápido descenso de peso y un bienestar inmediato, pero no son tratamientos efectivos a largo plazo y pueden producir efectos perjudiciales. La cuestión es que con Internet, cualquiera puede acceder o armar la propia dieta desintoxicante, lo que puede poner en riesgo la salud ante la falta de supervisión profesional.

El bioquímico J. M. Mulet, profesor de la Universidad de Valencia y autor del libro Comer sin miedo, afirmó en ese sentido a El País de Madrid que “ésta es la época de mayor seguridad alimentaria de la historia”, en tanto Aitor Sánchez García, dietista, nutricionista y autor del blog Mi dieta cojea, agregó que “estamos en la sociedad de lo inmediato, queremos cosas que arreglen en 20 días los excesos de un año”.

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