martes, 6 de mayo de 2014

Cuevas de sal, nuevo espacio de salud

  • La haloterapia es un tratamiento natural que consiste en disfrutar del microclima de las minas de sal subterráneas
ESPAÑA.- La sal, utilizada a lo largo de la historia como un condimento y conservante alimenticio, también se emplea en algunos países como una herramienta terapéutica complementaria de la medicina convencional, para mejorar o aliviar algunos problemas de salud y aumentar el bienestar psicofísico en general.

“Esta técnica se denomina haloterapia y está basada en respirar un ambiente saturado por micropartículas de sal de roca natural de origen mineral”, explica a Efe Claudia Arango, responsable del Centro Terapéutico Saltium (www.saltium.es), en Madrid, (España), donde se aplica este método de forma controlada mediante tecnologías de última generación.

“Este ambiente artificial es creado por medio de una ajustada combinación de temperatura, humedad ambiental y concentración de partículas de sal muy pequeñas, que son capaces de llegar a los alvéolos pulmonares y también de depositarse profundamente en la epidermis”, continúa Arango.

Según esta experta, este efecto se consigue “mediante unas instalaciones que recrean cuevas de sal con un microclima y unas virtudes semejantes a las de las antiguas minas de sal de Polonia, que son el origen de esta terapia, y el primer lugar donde se certificaron clínicamente los beneficios que la exposición a la sal ambiental puede aportar a la salud”.

“La haloterapia está reconocida como una terapia clínica en Inglaterra y está incluida en el sistema nacional de salud de Rusia. Además, su uso está extendido en algunos países de Europa como Alemania, Italia, Austria, Polonia, Rumania y Ucrania, así como Estados Unidos y Canadá”, señala Arango.

Según Arango, “la sal es antiséptica, antibacteriana y antiinflamatoria y, cuando se la emplea en haloterapia, ayuda a eliminar la mucosidad, desinflamar y purificar las vías respiratorias, fortalecer las defensas orgánicas y mejorar el aspecto de nuestra piel retrasando su envejecimiento”.

EL TESTIMONIO DE LOS ASISTENTES

Según la responsable de Saltium, los tratamientos haloterapéuticos constan de varias sesiones de entre 45 y 60 minutos de duración “dependiendo de la dolencia a tratar”, y se efectúan en un ambiente con iluminación y música suaves y una temperatura fresca y seca, que permite disfrutar de una atmósfera relajada y de descanso, que se hace notar en los cinco sentidos.

Lo confirman Carmen y Antonio quienes, al salir de la sesión, describen a Efe el impacto que les produjo el silencio reinante en la cueva de sal, solo interrumpido por el ronroneo del sistema que libera las partículas salinas en el aire, así como “la sensación de que los pulmones se despejan al inhalar, y el sabor salado que se percibe en la boca y la hidratación que se nota en la piel”.

Antonio, que restringe el consumo de sal en las comidas para mantener bajo control sus niveles de presión sanguínea, consulta a Arango sobre las posibles contraindicaciones cardiovasculares de la haloterapia, a lo que la experta responde que “si una persona tiene una tensión arterial elevada debe consultar a su médico antes de someterse a sesiones con esta técnica”.

“Cada una de las sesiones individuales cuesta unos 40 dólares USA y hay bonos de varias sesiones con descuento, que repercuten en un precio inferior”, señala Arango.

Además de ayudar a limpiar las vías respiratorias de partículas nocivas, como el tabaco, “la haloterapia tiene efectos beneficiosos en problemas respiratorios como el asma, la bronquitis, la fiebre del heno e incluso en la fibrosis quística, así como en alergias, el resfriado común, y afecciones dermatológicas como el acne, la dermatitis, la psoriasis y la celulitis”, explican desde Saltium.

Según este centro, además de sus efectos positivos a a nivel físico, este método también puede ser beneficiosos a nivel psíquico para las personas sometidas a fatiga crónica, depresión, estrés o sobreesfuerzos, o que están intentando dejar de fumar.

EFECTOS EN EL CUERPO Y LA MENTE


Según Arango, los beneficios de haloterapia, “según las diferentes aplicaciones y teniendo en cuenta que no todos los organismos reaccionan igual, empiezan a notarse a las dos o tres sesiones en las aplicaciones respiratorias, tras haberse eliminado la mayoría de la mucosidad y empezar el efecto desinflamatorio”.

Explica que los beneficios dermatológicos suele ser mas tardíos porque, en general, son dolencias en las que intervienen varios sistemas fisiológicos, por lo que la sal tiene que actuar a niveles respiratorio, nervioso, inmunológico y sobre la piel. “En cambio, sus efectos en la mente se empiezan a notar desde la primera sesión, ya que se consigue una elevada relajación”, añade.

Según Arango, para las enfermedades respiratorias se recomiendan ciclos de 10 sesiones y para las dermatológicas ciclos de 15 sesiones, mientras que la mayor eficacia se consigue haciendo el tratamiento con un mínimo de tres sesiones por semana, sin dejar pasar más de 2 días entre una sesión y otra.

Las sesiones tienen lugar en una cueva de sal colectiva, en la que no se necesita ninguna indumentaria ni aparatología especial y se puede leer y, en salas de uso dermatológico individuales o para pareja, las personas pueden quedarse en ropa interior o bañador o desnudas. La sal se deposita sobre las capas superficiales de la piel y se produce una hidratación natural.

En Saltium también funciona una sala infantil, donde “los niños entran acompañados por un adulto hasta los 13 años y pueden jugar, ver la tele o pintar mientas reciben los efectos de la haloterapia”, explica.

Según esta experta, se ha comprobado que este método puede contribuir a dilatar en el tiempo los brotes de dolencias crónicas como la psoriasis, y que es beneficiosa para las actividades deportivas en las que intervenga el fondo físico, ya que permite una mejor oxigenación del cuerpo, una mayor capacidad pulmonar y, como consecuencia, un mayor rendimiento físico.

AGENCIAS

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