¿No sabes dónde has puesto el cargador del móvil? ¿Te has olvidado de esa cita tan importante? ¿Notas que estás perdiendo un poco de agilidad mental? ¿Que ya no eres tan creativa como antes? No te preocupes. El cerebro es como un músculo que podemos ejercitar mediante un poco de ejercicio cotidiano.
Te explicamos cuáles son las mejores técnicas para mejorar tu memoria y agilidad mental. ¡Verás qué cambio notas en tu día a día!
1. Evita la rutina, haz algo nuevo cada día
Es importante tener en cuenta que uno de los mayores enemigos para nuestra memoria y nuestra agilidad mental es hacer cada día lo mismo. El trabajo, las tareas de casa, ir a comprar, hacer esto, hacer aquello… Poco a poco, caemos en una rutina que crea una especie de privación sensorial donde el cerebro ya no tiene estímulos con los cuales activarse.
La monotonía y esas rutinas que nunca cambian empobrecen nuestra creatividad y no nos ofrecen situaciones nuevas de las cuales aprender, experimentar o disfrutar. Así pues, sería vital que cada día hicieras algo diferente en el momento en que te sea posible.
Puede que hoy, al llegar a casa, puedas hacer algunos ejercicios de yoga. Mañana sal a caminar, al otro apúntate a clases de baile… Lo que tú creas, pero… ¡Recuerda romper con tu rutina!
2. Céntrate en el aquí y ahora
Otro problema que solemos tener muy a menudo es pensar en mil cosas mientras estamos haciendo algo en concreto. Es posible que mientras estés haciendo la cena, tu mente esté repasando todo lo que has hecho durante el día: piensas en las conversaciones, en los problemas, en lo que vas a hacer mañana y en las obligaciones que tienes por delante.
Sin embargo ¿sabes lo que está ocurriendo de verdad? ¡Que estás perdiendo tu presente, tu “aquí y ahora”! Y por eso no te das cuenta de si has apagado el fuego o no, de si habías quedado a tal hora con esa amiga. Si no te centras en lo que estás haciendo, tu cerebro divagará en una nube imprecisa sin focalizar nunca su atención. ¡Valora más el presente!
3. ¡Sal a caminar y relaja tu mente!

Caminar debe convertirse en tu vitamina diaria, en ese “tranquilizante natural”, en ese “antidepresivo milagroso”. Es un modo estupendo de mejorar tu memoria y agilidad mental porque es un ejercicio que te arraiga al presente, que te hace ser consciente de tu cuerpo, de esos pies que tocan el suelo, de ese corazón que se pone en marcha.
A su vez, caminar desahoga tensiones y libera pesos, y cuando eso ocurre, cuando dejamos ir todas esas cargas, la mente se encuentra más libre para pensar, para imaginar, para crear… ¿Empezamos a ponerlo en práctica?
4. Sí al sentido del humor, a las risas y no a los pensamientos obsesivos
Hay quien tiene la insana costumbre de alimentar constantemente los pensamientos negativos: “Yo no voy a poder con esto”, “soy un desastre, siempre se me olvidan las cosas”, “no puedo confiar en mi poca memoria”, “seguro que se me olvida y meto la pata”…
También cabe decir que, en ocasiones, estos pensamientos negativos vienen propiciados por todos aquellos que nos rodean, quienes se encargan de recordarnos que, efectivamente, somos unas olvidadizas. Y no hay nada peor. Si haces caso de estas ideas, aún reforzarás más tu poca memoria y se debilitará tu autoestima.
No los escuches. Detén la corriente de pensamientos negativos en tu cerebro y empieza a ver la vida con un buen sentido del humor, aprende a reírte y ver el lado bueno de las cosas. A veces cuesta, lo sabemos, pero la risa desahoga tensiones y relativiza tensiones. Y un cerebro libre de tensiones asienta mejor los recuerdos y es más ágil mentalmente.
5. Sé creativa: teje, escribe, baila, dibuja
Para mejorar la memoria y la agilidad mental, además de fomentar nuestras emociones positivas y de romper con la rutina, es importante que nunca perdamos la capacidad de aprender cosas nuevas.
¿De qué modo podemos aprender cosas nuevas? No es necesario que nos matriculemos ahora en una carrera universitaria. La vida está llena de cosas grandes y pequeñas de las que aprender y que, aunque no lo creas, no te van a costar demasiado dinero. Solo necesitas tu propia voluntad y una o dos horas al día para practicarlas.
¿Quieres algunos sencillos ejemplos?
Tejer: Este ejercicio tan ancestral esconde en realidad grandes beneficios para tu salud física y mental. Desarrollas la creatividad, alivias el estrés, fomentas las relaciones sociales al compartir técnicas, focalizas tu atención y cumples tus objetivos. Anímate a tejer a mano, te encantará.
Lee, escribe: Hay mil libros, mil mundos nuevos que descubrir y que te ayudarán, sin duda, a tener más agilidad mental y mejorarán tu memoria. Es como aportar “combustible” al cerebro y todo ello es bueno para mantenerlo joven y con sus procesos cognitivos en buen estado.
Las ventajas que nos presta Internet: No todo iban a ser cosas malas, en absoluto. La red es todo un océano de aprendizaje para descubrir que te puede ofrecer interesantes técnicas para mejorar tu memoria. Existen juegos y programas muy adecuados que pueden ayudarte y que son realmente efectivos. No dudes en probarlos.
Fuente: Mejor con salud
No hay comentarios:
Publicar un comentario