Podríamos decir casi sin equivocarnos que el ajo es uno de los remedios medicinales más utilizados. Conocido desde la antigüedad y presente en casi todas las culturas, se alza como algo más que un condimento en la cocina de todo el mundo.
Los compuestos sulfúricos y sus múltiples fitonutrientes le dieron fama desde épocas muy remotas como “tratamiento espantaenfermedades”. De ahí, por ejemplo, la creencia de que ahuyentaba no solo a vampiros, sino también cualquier epidemia o dolencia.
1. El ajo mejora la circulación de la sangre
El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que reduce los niveles de homocisteína. Esta sustancia es la responsable de endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples problemas:
Los niveles altos de homocisteína provocan que la sangre esté “más espesa” y que se produzcan coágulos.
Hay mayor riesgo de sufrir un trombo.
Cuanto mayor es el nivel de homocisteína, más probabilidades existen de sufrir enfermedades de las arterias coronarias.
Consumir un ajo en ayunas nos puede ayudar a combatir estos problemas.
2. El ajo, un buen antibiótico natural
¿Sabías que durante la Segunda Guerra Mundial, y debido a la escasez de medicinas, se utilizaban mucho los ajos?
Así es. Su poder antibiótico resultaba muy útil en estos casos y, a día de hoy, tomar de forma regular un diente de ajo nos ayudará en muchos aspectos:
Fortalece el sistema inmunológico.
Nos ayuda a curar infecciones leves.
Favorece la cicatrización de las heridas.
Es adecuado para gripes y resfriados.
3. El ajo es bueno para el hígado
El ajo es, ante todo, un buen desintoxicante del organismo. Nos ayuda a depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo esos metales pesados como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar.
El ajo es rico en vitaminas A, B y C, muy adecuadas para estimular las funciones hepáticas.
Otra de sus virtudes es la de desinflamar, de ahí que sea muy saludable consumir un ajo diario en caso de que suframos hígado graso.
Si te levantas cada mañana con los ojos inflamados, la cara hinchada y con mal sabor de boca, es posible que tu hígado esté sobrecargado. En estos casos el ajo te puede ser de gran ayuda.
4. Es un buen descongestionante
¿Tienes problemas pulmonares? Si eres de esas personas que cada vez que coge un resfriado acabas con los bronquios llenos de flema y mucosidad, este remedio te será muy saludable.
El ajo es descongestionante y un buen antibiótico natural para tratar problemas pulmonares.
Si sufres de sinusitis o estás pasando una época con mucha tos, puedes hacer vahos o prepararte algún jarabe a base de ajo.
5. El ajo cuida de nuestra piel
Este dato seguro que te interesa: comer cada día en ayunas un diente de ajo nos permite tener una piel bella, tersa y más joven.
El ajo es rico en antioxidantes que nos permiten proteger y regenerar la piel.
Estimula la renovación celular y combaten el acné.
Para beneficiarte de estas propiedades solo tienes que tomar un diente de ajo en ayunas seguido de un vaso de agua.
6. Reduce los niveles de colesterol
El ajo contiene alicina, una sustancia muy terapéutica para cuidar de nuestro sistema cardiovascular. Tanto es así que consumir cada día un diente ajo natural puede reducir el colesterol malo en un 9%.
Para llegar a esta conclusión se realizaron diversos estudios. Uno de ellos en el Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China), donde se concluyó que los beneficios cardiovasculares eran evidentes.
De hecho, desde la Fundación Española del Corazón (FEC) se recomienda incluir ajo en la dieta no solo para reducir el colesterol malo, sino como remedio depurativo, antiséptico y antibacteriano.
7. ¿Padeces anemia? No olvides consumir un ajo al día
Somos muchas las mujeres que a lo largo de nuestra vida padecemos en alguna ocasión déficit de hierro. ¿Por qué sería adecuado entonces introducir el ajo en nuestra dieta?
Eleva las defensas y nos protege de muchas enfermedades.
El ajo cuida de la salud de nuestra sangre y le aporta múltiples vitaminas y minerales.
El ajo estimula los jugos gástricos y hace que podamos digerir mejor el hierro.
8. Cuida de nuestros aparato digestivo
No se trata en absoluto de comernos un cabeza entera de ajos cada día. La clave está en el equilibrio y en conocer nuestro cuerpo.
Hay quien solo con comer un par de ellos se siente mal pero, en realidad, si nos acostumbramos a tomar el ajo como un medicamento cada mañana, en pocos días notaremos sus beneficios.
Las digestiones se realizan mucho mejor.
El ajo estimula los ácidos gástricos y los alimentos se digieren y absorben de forma adecuada.
El hígado y el páncreas optimizan sus funciones.
¿Cuando no será adecuado consumir ajo de forma regular?
El ajo es un anticoagulante natural. Así pues, si tomas ya algún medicamento con este fin o tienes problemas de sangrados es mejor evitar su consumo diario.
Si padeces hipertiroidismo evita consumir ajo cada día debido a su alto contenido en yodo.
Si tomas algún tipo de medicación para el corazón y, además, tomas las cápsulas de ajo que venden en las farmacias, evita tomar ajo cada mañana.
Mantén el equilibrio, no te excedas en su consumo y, ante cualquier duda, consulta con tu médico.
Fuente: Mejor con salud
Los compuestos sulfúricos y sus múltiples fitonutrientes le dieron fama desde épocas muy remotas como “tratamiento espantaenfermedades”. De ahí, por ejemplo, la creencia de que ahuyentaba no solo a vampiros, sino también cualquier epidemia o dolencia.
1. El ajo mejora la circulación de la sangre
El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que reduce los niveles de homocisteína. Esta sustancia es la responsable de endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples problemas:
Los niveles altos de homocisteína provocan que la sangre esté “más espesa” y que se produzcan coágulos.
Hay mayor riesgo de sufrir un trombo.
Cuanto mayor es el nivel de homocisteína, más probabilidades existen de sufrir enfermedades de las arterias coronarias.
Consumir un ajo en ayunas nos puede ayudar a combatir estos problemas.
2. El ajo, un buen antibiótico natural
¿Sabías que durante la Segunda Guerra Mundial, y debido a la escasez de medicinas, se utilizaban mucho los ajos?
Así es. Su poder antibiótico resultaba muy útil en estos casos y, a día de hoy, tomar de forma regular un diente de ajo nos ayudará en muchos aspectos:
Fortalece el sistema inmunológico.
Nos ayuda a curar infecciones leves.
Favorece la cicatrización de las heridas.
Es adecuado para gripes y resfriados.
3. El ajo es bueno para el hígado
El ajo es, ante todo, un buen desintoxicante del organismo. Nos ayuda a depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo esos metales pesados como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar.
El ajo es rico en vitaminas A, B y C, muy adecuadas para estimular las funciones hepáticas.
Otra de sus virtudes es la de desinflamar, de ahí que sea muy saludable consumir un ajo diario en caso de que suframos hígado graso.
Si te levantas cada mañana con los ojos inflamados, la cara hinchada y con mal sabor de boca, es posible que tu hígado esté sobrecargado. En estos casos el ajo te puede ser de gran ayuda.
4. Es un buen descongestionante
¿Tienes problemas pulmonares? Si eres de esas personas que cada vez que coge un resfriado acabas con los bronquios llenos de flema y mucosidad, este remedio te será muy saludable.
El ajo es descongestionante y un buen antibiótico natural para tratar problemas pulmonares.
Si sufres de sinusitis o estás pasando una época con mucha tos, puedes hacer vahos o prepararte algún jarabe a base de ajo.
5. El ajo cuida de nuestra piel
Este dato seguro que te interesa: comer cada día en ayunas un diente de ajo nos permite tener una piel bella, tersa y más joven.
El ajo es rico en antioxidantes que nos permiten proteger y regenerar la piel.
Estimula la renovación celular y combaten el acné.
Para beneficiarte de estas propiedades solo tienes que tomar un diente de ajo en ayunas seguido de un vaso de agua.
6. Reduce los niveles de colesterol
El ajo contiene alicina, una sustancia muy terapéutica para cuidar de nuestro sistema cardiovascular. Tanto es así que consumir cada día un diente ajo natural puede reducir el colesterol malo en un 9%.
Para llegar a esta conclusión se realizaron diversos estudios. Uno de ellos en el Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China), donde se concluyó que los beneficios cardiovasculares eran evidentes.
De hecho, desde la Fundación Española del Corazón (FEC) se recomienda incluir ajo en la dieta no solo para reducir el colesterol malo, sino como remedio depurativo, antiséptico y antibacteriano.
7. ¿Padeces anemia? No olvides consumir un ajo al día
Somos muchas las mujeres que a lo largo de nuestra vida padecemos en alguna ocasión déficit de hierro. ¿Por qué sería adecuado entonces introducir el ajo en nuestra dieta?
Eleva las defensas y nos protege de muchas enfermedades.
El ajo cuida de la salud de nuestra sangre y le aporta múltiples vitaminas y minerales.
El ajo estimula los jugos gástricos y hace que podamos digerir mejor el hierro.
8. Cuida de nuestros aparato digestivo
No se trata en absoluto de comernos un cabeza entera de ajos cada día. La clave está en el equilibrio y en conocer nuestro cuerpo.
Hay quien solo con comer un par de ellos se siente mal pero, en realidad, si nos acostumbramos a tomar el ajo como un medicamento cada mañana, en pocos días notaremos sus beneficios.
Las digestiones se realizan mucho mejor.
El ajo estimula los ácidos gástricos y los alimentos se digieren y absorben de forma adecuada.
El hígado y el páncreas optimizan sus funciones.
¿Cuando no será adecuado consumir ajo de forma regular?
El ajo es un anticoagulante natural. Así pues, si tomas ya algún medicamento con este fin o tienes problemas de sangrados es mejor evitar su consumo diario.
Si padeces hipertiroidismo evita consumir ajo cada día debido a su alto contenido en yodo.
Si tomas algún tipo de medicación para el corazón y, además, tomas las cápsulas de ajo que venden en las farmacias, evita tomar ajo cada mañana.
Mantén el equilibrio, no te excedas en su consumo y, ante cualquier duda, consulta con tu médico.
Fuente: Mejor con salud
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