No se trata de inteligencia en el sentido de mayor cociente intelectual, lo cual ya está bastante superado por la neurociencia. Se trata de mayor habilidad para mantener la concentración, controlar la ansiedad y el estrés y aumentar la inteligencia emocional. Los investigadores descubrieron que la meditación efectivamente cambia la estructura del cerebro.
Sara Lazar, investigadora del Hospital de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard, dijo al Washington Post que encontró variaciones significativas en la estructura cerebral de las personas que meditaban regularmente hace mucho tiempo. Los meditadores de largo plazo mostraban mayor cantidad de materia gris en la ínsula y regiones sensoriales, así como en la corteza frontal, asociada con la memoria y la toma de decisiones.
Los científicos también hallaron que las personas que practicaban la meditación desde hace mucho tiempo, mostraban menor reducción de la corteza cerebral, el cual es un proceso normal a medida que una persona envejece.
Los científicos también hallaron que las personas que practicaban la meditación desde hace mucho tiempo, mostraban menor reducción de la corteza cerebral, el cual es un proceso normal a medida que una persona envejece.
Pero este descubrimiento hizo pensar a los científicos que debían hacer un nuevo estudio para controlar el hecho de que quizás las personas tenían mayor corteza cerebral incluso desde antes de comenzar a meditar.
Sara Lazar explicó que decidieron hacer un segundo estudio en el cual seleccionaron personas que nunca antes habían meditado y las sometieron a un programa intensivo de ocho semanas de meditación. Los resultados, en esta oportunidad, también fueron sorprendentes. Las personas que habían aprendido a meditar, en contraste con el grupo de control, mostraron un significativo engrosamiento en cuatro regiones del cerebro.
Sara Lazar explicó que decidieron hacer un segundo estudio en el cual seleccionaron personas que nunca antes habían meditado y las sometieron a un programa intensivo de ocho semanas de meditación. Los resultados, en esta oportunidad, también fueron sorprendentes. Las personas que habían aprendido a meditar, en contraste con el grupo de control, mostraron un significativo engrosamiento en cuatro regiones del cerebro.
En primer lugar la corteza cingulada posterior, relacionada con la reflexión y el autoestima. En segundo lugar el hipocampo izquierdo, que ayuda en el aprendizaje, la cognición, la memoria y la regulación emocional. En tercer lugar la unión temporo-parietal, o TPJ, que está asociada con la toma de perspectiva, la empatía y la compasión. Y por último un área de la base del cerebro llamado el Pons, donde se produce una gran cantidad de neurotransmisores reguladores.
Lazar advierte que aún hace falta mucha información sobre estos cambios en el cerebro, pero sugiere que realizar entre 30 y 40 minutos al día de meditación durante ocho semanas —como hicieron los participantes del segundo estudio— puede ser un ejercicio eficaz para mejorar la memoria, el razonamiento, la empatía y la inteligencia emocional.
Interesante, ¿no lo crees? La meditación es como un ejercicio: cuanto más lo practicas, mejor te sale y mejores son los resultados. Anímate a intentarlo, quizás nunca te hagas un escáner cerebral para corroborarlo, pero seguro te ayudará en tu vida cotidiana.
Fuente: Curiosidades
Lazar advierte que aún hace falta mucha información sobre estos cambios en el cerebro, pero sugiere que realizar entre 30 y 40 minutos al día de meditación durante ocho semanas —como hicieron los participantes del segundo estudio— puede ser un ejercicio eficaz para mejorar la memoria, el razonamiento, la empatía y la inteligencia emocional.
Interesante, ¿no lo crees? La meditación es como un ejercicio: cuanto más lo practicas, mejor te sale y mejores son los resultados. Anímate a intentarlo, quizás nunca te hagas un escáner cerebral para corroborarlo, pero seguro te ayudará en tu vida cotidiana.
Fuente: Curiosidades
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