Además del cuerpo desnudo, hay otra cosa que también es natural y necesaria para todos los seres humanos: dormir. Es parte de la vida, y si conectamos directamente el sueño con el cuerpo natural y sin ropa, puede que descubramos cosas interesantes.
Si dejáramos de asociarlo con conceptos idealizados, el desnudo sería lo que es: un cuerpo humano que se mueve por el mundo tal como lo hacen sus compañeros de hogar: los animales.
Además del cuerpo desnudo, hay otra cosa que también es natural y necesaria para todos los seres humanos: dormir. Es parte de la vida, y si conectamos directamente el sueño con el cuerpo natural y sin ropa, puede que descubramos cosas interesantes.
Cuando dormimos, todo nuestro cuerpo comienza un proceso de regeneración. Los sistemas del organismo se recuperan de todo lo que se enfrentó durante el día y se preparan para una nueva jornada de la forma más óptima posible.
Un artículo publicado hace unos días en Cosmopolitan, nombra algunos de los beneficios que se pueden obtener si se duerme desnuda cada día. Claro, esto se hace un poco más complicado en invierno, pero mientras se pueda, podemos aprovechar lo bueno de ir a la cama sin ropa.
Una de las cosas positivas que podemos obtener de esta costumbre es una mejor calidad de sueño. Según este artículo, dormir con pijama puede interrumpir el proceso natural de adaptación de la temperatura corporal durante la noche.
Al dormir desnudos, podemos bajar los niveles de estrés. Está comprobado que al hacerlo, los niveles de cortisol, hormona del estrés, bajan considerablemente.
Además, podría ayudar a que despertemos luciendo mejor, ya que si dormimos demasiado abrigados, los niveles de melatonina, hormona del sueño, se interrumpen y es más difícil que los tejidos se recuperen íntegramente.
Por último, dormir desnuda junto a tu pareja puede ser un excelente método para fortalecer la relación. La desnudez incrementa la intimidad y ayuda a crear lazos más intensos.
Fuente: Belelu
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